lunes, 21 de diciembre de 2009

El presidente del IPCC, de magnate del crudo a líder de la "industria climática"

Manuel Llamas en Libertad Digital

Pachauri, pese a que es conocido como uno de los grandes gurús del temido cambio climático es, en realidad, ingeniero de formación, no climatólogo ni científico experto en la materia.

Business are business...

Alfacar legendario

Gabriel Albiac en ABC

No existe obligación de hacer historia. Pero quien quiera hacerla está forzado a una ascética sentimental estricta. Y esa ascética puede ser muy dolorosa. Y no hacerla puede ser que nos consuele. Pero buscar consuelo al precio de ajustar los datos a la medida que nuestros deseos nos exigen, es la vía más segura al desastre. La historia legendaria es siempre coartada de algo. Jacques Le Goff advertía de su peligro a los historiadores: «La memoria no busca salvar el pasado más que para servir al presente y al futuro». Y de esa servidumbre todo poder hace uso rentable y odioso.

La guerra de Navidad

Juan Manuel de Prada en ABC

Herodes sigue celebrando la Navidad combatiendo la descendencia de la mujer en su propio vientre; y se vale de leyes inicuas que reafirman su mandato. La guerra de la Navidad se sigue cobrando inocentes; y las campanas que celebran el nacimiento de Dios resuenen en la noche como cañonazos, desafiando el poder de las tinieblas.

Lo que no sabemos del clima

GEES en Libertad Digital

Este mundo de incertidumbres tan propio de una ciencia en sus inicios, ocupándose de un tema inmensamente complejo, ha sido objeto de un gran fraude al presentarse como verdades incontrovertibles arriesgadas hipótesis que afirman el peor de los casos, consiguiendo entre profanos un gran número de dedicados creyentes y un espectacular éxito mediático, llegando a convertirse en una férrea ortodoxia del más reciente izquierdismo, que descalifica como enemigos jurados de la humanidad a quienes la ponen en duda.

Instrucciones para hacer el indio

José García Domínguez en Libertad Digital

El ecologismo, ideología que mantiene una relación con la ecología pareja a la de la velocidad con el tocino, se ha convertido en la nueva expresión política de una fábula siempre igual a sí misma. Y como todas las creencias que se sustentan en emociones, ha sabido buscar alojo en esa región del cerebro donde el miedo y el sentimiento de culpa incuban un microclima moral apto para la más pura irracionalidad.

El fiasco danés del catastrofismo climático

Editorial de Libertad Digital

Al final, pues, parece que de la capital belga sólo ha salido una declaración de buenas intenciones que costará a los países occidentales alrededor de 100.000 millones de dólares en ayudas a los países del Tercer Mundo. Es decir, en volver a demostrar aquella máxima de Lord Bauer que calificaba las ayudas públicas para el desarrollo como la manera de redistribuir el dinero desde los pobres de los países ricos a los ricos de los países pobres.