lunes, 14 de junio de 2010

La soledad de Regina Otaola

Gabriel Albiac en ABC

Retomo de su anaquel la bella edición en Gallimard de las Obras de aquel judío resistente y derrotado, que alzaba su poema «como el sonido de una campana que llama a la rebelión y al combate», en un tiempo en el cual «una sola palabra, Libertad, bastó para despertar las viejas cóleras». Perdió su envite Desnos. Lo pierde ahora Otaola, lamentablemente abandonada por los suyos. Y uno sabe que hay veces —casi todas, en cuanto concierne a la terrible especie humana— en que es mil veces preferible la derrota. Saber eso no está al alcance del alma de un político. Pero, ¿acaso «alma» y «político» no se excluyen?

Cien años... ¿de qué?

César Vidal en La Razón

Lo que enunció hace cien años Pablo Iglesias fue el retrato cumplido del alma del PSOE. Durante un siglo, ha sido un partido que no ha dudado en despreciar la legalidad cuando le convenía, que no ha titubeado en «comprender» a los terroristas y que, si le ha convenido, ha recurrido al derramamiento de sangre. Por eso era inevitable que en el acto de celebración estuvieran los ministros de los años de la corrupción y del GAL, y, sobre todo, Felipe González, el hombre que definió en ese mismo acto lo que puede esperarse de un PSOE pródigo en arrastrar a España al desastre. No decencia, no sentido común, no patriotismo sino «militancia pura y dura». ¡Y encima lo celebran…!

Una confesión de debilidad

Victoria Llopis en Libertad Digital

La estrategia de Zapatero pasa siempre por la confrontación entre los españoles, como confesó a Iñaki Gabilondo en aquel indiscreto micrófono abierto. "Tensionar" es su única estrategia para mantenerse en el poder. Pero además, sin duda, tiene un insano empeño de no abandonar la Moncloa sin plasmar en todos los Boletines Oficiales del Estado que hagan falta los fantasmas que hay en su cabeza; muy especialmente, ganar la Guerra Civil a Franco 70 años después de su muerte, para la mayor gloria de su abuelo, y destruir a su otra particular bestia negra: la Iglesia católica.

Neoliberales e impávidos

Carlos Rodríguez Braun en Libertad Digital

Creer que el mundo de hoy tiene algo que ver con el liberalismo, e ignorar el peso de los Estados es algo absurdo. Aunque, pensándolo bien, estas dos lumbreras no han financiado la exposición con su dinero sino con su dinero de usted, pero ese empobrecimiento de usted, que nada tiene que ver con el liberalismo, les trae totalmente sin cuidado.