lunes, 18 de octubre de 2010

La degeneración

Gabriel Albiac en ABC

Leer es ya hoy un anacronismo. En la Facultad a la cual llegué para no salir en el 67, las tesis doctorales están plagadas hoy de faltas de ortografía; su sintaxis, puede que pertenezca a alguna recóndita lengua no indoeuropea que yo no reconozco. Recuerdo con ternura el día en que un grupo de chavales, sin duda aplicados, me hizo observar, ante mi empecinado uso del calificativo «epicúreo», que eso era castellano antiguo. Ese mismo día firmé mi solicitud de ser prejubilado. Pero no de mi cátedra de la Complutense, no. De este mundo, de esta vida con la cual ya nada comparto.

Me gustaría soñar que esto puede aún «regenerarse», como aquí, en ABC, llaman a hacerlo cabezas menos hastiadas que la mía. ¡Ojalá! No lo creo.

El fracaso educativo

Juan Manuel de Prada en ABC

Una vez disuelta la familia, el Estado Leviatán puede usurpar tranquilamente el derecho de los padres a educar a sus hijos, convirtiendo la escuela en una máquina feroz de adoctrinamiento que, ante los ojos de los padres dimisionarios aparece, sin embargo, como la única instancia capaz de salvarlos del caos. A tal engaño los conduce su mala conciencia; y luego, cuando el engaño se desvela, claman contra el sistema educativo. Que es como si el sifilítico clamara contra el treponema, camino del burdel.

Legislar en caliente

César Vidal en La Razón

Semejante paso queda para aquellos casos que puedan estrangular la libertad de expresión de unos ciudadanos hartos de ZP y de la manera en que está aniquilando España y castigar a los atrevidos que se atrevan a arañar la siempre endeble autoestima del presidente del Gobierno. Por lo visto, para todos ellos, el infantil orgullo herido de ZP merece dar pasos que jamás se darían para hacer justicia a una familia que ha perdido a sus seres queridos.

La complejidad técnica del abucheo democrático

Pablo Molina en Libertad Digital

La izquierda es muy dada a aderezar sus actos populares de censura con ciertos despliegues físicos –una ración de pescozones a miembros del PP, por ejemplo–, pero sus revueltas siguen considerándose a todos los efectos unos acontecimientos exquisitamente democráticos protagonizados por "el pueblo". Es más, en el acto de exaltación sindical celebrado en Madrid poco antes de la huelga general (sic), los liberados pedían la dimisión de Zapatero con mayor vehemencia que las familias de los contribuyentes que se atrevieron a hacer lo propio en el pasado desfile de la Fiesta Nacional. Sin embargo, los primeros siguen siendo abanderados del progreso social, mientras los segundos son considerados unos mercenarios del fascio irrecuperables para la democracia.

De moros y cristianos

Clifford D. May en Libertad Digital

Hemos estado cayendo desde hace mucho en la siguiente trampa: la tolerancia solía significar que uno estaba dispuesto a respetar comportamientos que uno considera objetables. Luego pasó a significar no juzgar para nada esos comportamientos o, mejor aún, aceptarlos. Ahora, se ha pasado a tener que festejarlos.

Si eso es lo que se exige para ser parte de la élite iluminada, entonces me quedo con las masas ignorantes que están dispuestas a tratar a los musulmanes como iguales y con respeto pero que no están de acuerdo con aquellos para quienes doblegarse culturalmente se ha convertido en un acto reflejo.

El nuevo señor de Bembibre

Agapito Maestre en Libertad Digital

En el Bierzo, Zapatero ha dicho una cosa plausible; a saber, "el problema de Rajoy es que no hace nada, y que nadie sabe lo que quiere hacer". Terrible. Zapatero es preciso. Contundente. Zapatero se prepara para ganarle las elecciones a Rajoy. Pudiera ser verdad que los líderes del PP se hundieran un poco en sus silencios, pero, en verdad, dudo de que Zapatero se crea algo de lo que ha dicho en Ponferrada. El otoño, su otoño, ha comenzado. Tendrá que atravesar un duro invierno y, quizá, al final no habrá para él primavera, porque la "Naturaleza entera", cuando habla Zapatero en el Bierzo, parece despedirse del tiempo alegre, como en la novela del Señor de Bembribe, y prepararse para los largos y oscuros lutos del invierno.

La izquierda y el Tea Party

José Carlos Rodríguez en Libertad Digital

Tampoco es que sea necesario ser muy listo para saber de qué va el fenómeno. Pero el izquierdismo residual, la socialdemocracia canónica impone cortocircuitos insuperables al racioninio. No los supera ni la inteligencia más preclara. Los cortocircuitos son lo llamativo. Son los mismos desde hace décadas pero se siguen utilizando. La derecha "dura". Y ahí cabe todo. Libertarios, conservadores, fascistas...

Cuestión de soberanía

Ignacio Cosidó en Libertad Digital

Es urgente devolver la cuestión gibraltareña al ámbito de unas relaciones bilaterales entre dos aliados de donde jamás debieron salir. Hay que mantener además una posición de firmeza ante determinados excesos de las autoridades del Peñón que no son asumibles. Los gibraltareños deben entender que una política de confrontación y provocación a España tiene costes que no les resultan rentables. Pero sobre todo hay que recuperar la determinación por recuperar la soberanía de un territorio que jamás debimos ceder. Ese debe ser un objetivo irrenunciable y permanente para España.

La única noticia que importa

Emilio Campmany en Libertad Digital

Todo lo que pase en el entorno de Zapatero y su Gobierno ha dejado de tener interés. Lo único que importa saber es si se va y cuándo. Todo lo demás da igual.

Asignatura latinoamericana

Carlos Rodríguez Braun en Libertad Digital

"Una vez más, El País repite los dogmas de la corrección política. De entrada, da por sentado que si se cobran más impuestos, entonces la economía prospera y se moderniza. Tanto la lógica como la historia apuntan en sentido contrario: los países no son ricos porque paguen más impuestos sino que primero se enriquecen y después los Estados pueden subir los impuestos, y los suben. Si la coacción es lo primero en el tiempo, como sucede en los regímenes comunistas, entonces los países no se modernizan."

Trabajar más, cobrar menos

José García Domínguez en Libertad Digital

"Un habitante cualquiera de Estambul trabaja diez horas más a la semana que su equivalente español. Y, por supuesto, gana menos. Algo parejo a lo que igual acontece con el modelo rumano, el búlgaro, el tailandés, el marroquí o el guatemalteco. No obstante, el que en verdad debe querer emular Díaz Ferrán es el modelo de Montilla. ¿Para qué servirán, acaso, todos esos ninis que el Honorable pretende adocenar parasitando el presupuesto de la Generalidad, sin dar palo al agua?"

Ni hacen ni dicen nada bueno

Editorial de Libertad Digital

Estamos en los peores momentos de nuestra historia democrática y contamos con una de las peores clases políticas posibles. Dependerá, pues, de los ciudadanos, de su capacidad de rebelión y movilización, el que las cosas puedan cambiar a mejor.