domingo, 29 de noviembre de 2009

Verde no, roja

Pablo Molina en Libertad Digital

Cada vez que Zapatero anuncia una nueva medida para resolver la crisis supera en esperpento a todo lo anterior. Y el caso es que esta vez nos había pillado con la guardia baja, porque muchos creímos sinceramente que la nueva ley anunciada en la convención hollywoodiense celebrada por el PSOE iba a versar exclusivamente sobre economía "sostenible", energías "alternativas" y lucha contra el cambio climático.

No es que la previsión fuera tranquilizadora, porque en esas materias se puede hacer mucho daño a la economía del país y Zapatero es un virtuoso del desastre, pero cuando leemos el resumen de la vicepresidenta económica con los puntos más destacados de la nueva normativa es inevitable reconocer que los socialistas nos han vuelto a sorprender.

O sea, que el principal escollo que nos impide salir de la crisis es el sueldo que los accionistas de una empresa pagan voluntariamente a sus gestores, delito de leso socialismo que el Gobierno se propone remediar con esta ley, anunciada como la iniciativa estelar de esta segunda legislatura. Porque además de ciertas reformas legislativas para agilizar la pesada burocracia estatal y las habituales apelaciones al apoyo a la investigación y el desarrollo, lo más destacado de este proyecto de ley, a juzgar por la sinopsis de la ministra Salgado, es la decisión de Zapatero de controlar lo que las empresas pueden o no pagar a sus ejecutivos. Sobre los tres sueldos de la Pajín o los cinco de de Cospedal, en cambio, el Gobierno no dice nada, convencido tal vez de que la labor de los políticos profesionales es mucho más importante que la de los ejecutivos de una multinacional. Y en parte es así, porque si los directivos de las grandes compañías hacen ganar dinero a los propietarios de la empresa, no vea usted la paletada de pasta que algunos políticos hacen ganar a los propietarios de terrenos urbanizables o a los productores de cine.

Por otra parte, seguimos sin saber a qué se refiere Zapatero cuando propone un nuevo modelo productivo, exactamente igual que le ocurre a él mismo. Si el arcano de la sostenibilidad ha sido desvelado en esta ley, la Salgado lo oculta al público, salvo que la clave para la nueva economía productiva, sostenible y respetuosa con el calentón global sea vigilar de cerca lo que gana el presidente del Santander y su equipo directivo. Que igual lo es, no pongamos trabas a la imaginación del Consejo de Ministros. Y si no es así, al menos ya han dado un titular a los medios "progresistas" y una mano de vaselina a electores de extrema izquierda, encantados de creer que Zapatero castiga a los ricos aunque estén en el paro y sin poder llegar a final de mes.

La sostenibilidad de Zapatero es básicamente esa, mantener subsidiados a sus votantes y darles su ración mensual de radicalismo legislativo. Este mes ya llevan recetadas dos dosis generosas, con la ley del aborto y ésta otra para la economía "roja". Todo un atracón, y eso que todavía no es Navidad.

Sobre Ramoncín, con todo respeto

Antonio José Chinchetru en Libertad Digital

Con todo el respeto del mundo escribo este artículo, no sea que su protagonista tenga a bien demandarme por presuntas calumnias, injurias o similares figuras penales. Procuraré en todo momento que ninguna frase o expresión pueda correr el riesgo de cruzar la fina línea que a veces separa la crítica del insulto. Tal precaución es necesaria por el simple motivo de que en las siguientes líneas me referiré a ese señor de profesión cantante y conocido por la "marca" Ramoncín.

No vamos a entrar aquí a valorar sus formas, sus declaraciones de hace años ni tan siquiera el victimismo que algunos podrían considerar que exhibe. No, tan sólo valoraremos algunos de los aspectos de su reciente intervención en el programa Espejo Público de Antena 3. De hecho, hay algunas de sus frases sobre las que evitaremos opinar debido a que es difícil decir sobre ellas nada sin perder el respeto por su autor. Así, no diremos nada sobre su afirmación de que "me quiere todo aquel que tiene un gramo de cerebro". Dado que no sentimos ningún aprecio hacia Ramoncín, al considerarnos insultados por esta frase podríamos responder con algo similar sobre él. Pero no lo haremos.

Reconozcamos que muchas personas han tenido realmente mal gusto al expresar su opinión sobre este cantante a través de la red. Que no guste lo que dice, o que sus opiniones puedan ser consideradas insultantes por muchos, no convierten en algo digno de elogio el hacer dibujos o montajes en los que se le decapita o fusila. Sin embargo, consideramos que se equivoca al hacer determinadas afirmaciones. Dice Ramoncín que "internet no puede ser el altar de todos los descerebrados que hay en este país".

Con todo el respeto, mientras no cometan ninguna ilegalidad, los descerebrados españoles y de cualquier otro lugar del mundo tienen todo el derecho a expresarse y actuar por internet como cualquier hijo de vecino que sienta cariño por Ramoncín. Tampoco consideramos que sea muy acertada la equiparación que hace de la vulneración de sus derechos de autor o de marca con la vejación de deficientes mentales mostrando vídeos de ellos a través de la red. Sin ánimo de molestar, consideramos que lo segundo es mucho más grave.

Con la máxima modestia y sin intención alguna de ofender, consideramos que Ramoncín se equivoca en algunas de sus apreciaciones y en otras puede estar exagerando. Dado que avisa que todos y cada uno de quienes le calumnien e insulten serán denunciados, esperamos que este artículo no nos lleve ante los tribunales. Creemos que ha sido un texto totalmente respetuoso.

El Gobierno del talante pasa el rodillo del aborto

Editorial de Libertad Digital

"Una Ley que permite destruir la vida humana con entera libertad dentro de las catorce primeras semanas de vida, que plantea serios obstáculos al derecho constitucional de objeción de conciencia para los profesionales sanitarios, y que fomenta una determinada educación sexual desde edades tempranas según el criterio de los dirigentes políticos no puede ser nunca buena para una sociedad. Ni siquiera si, en un arrebato de sensatez al que estamos nada acostumbrados, el Gobierno decidiera finalmente dejar que prevalezca la autoridad paterna en los casos de las menores de edad, a las que esta reforma legal les ofrece la posibilidad de "mejorar su salud sexual y reproductiva" a cambio de dejarlas traumatizadas para siempre."


«Auctoritas et potestas»

Ángela Vallvey en La Razón

"No quiero caer en la vana y burda tentación de asegurar que cualquier tiempo pasado fue mejor, pero antaño los padres de los escolares no solían cuestionar la «auctoritas» de un profesor salvo en casos flagrantes y extremos, mientras hoy abundan las agresiones de padres y alumnos a unos profesores mayoritariamente acobardados, desmotivados y con un índice escalofriante de bajas por depresión."

No pasaría nada

César Vidal en La Razón

"El actual estatuto de Cataluña es un bochornoso montaje procedente de una oligarquía que sabe que sólo se puede mantener a costa no de chupar sino de vaciar el bote que llenamos entre todos. Por eso, el sesenta y cinco por ciento de los catalanes no lo refrendó en el referéndum, ya que están tan hartos de las sandeces de los nacionalismos de uno y otro signo que prefirieron irse a la playa. ¡Que se lo digan al ministro Corbacho en cuyo antiguo municipio ni el veinte por ciento respaldó el engendro!"

Conde

Alfonso Ussía en La Razón

"«La Vanguardia», junto al «Periódico de Cataluña», han sido los promotores del editorial conjunto y de pensamiento único escrito al servicio y sumisión del Gobierno de la Generalidad. El conde de Godó no puede decir que su persona es ajena a la publicación de este editorial, decididamente adverso a la Constitución y la unidad de España como Estado y nación."