jueves, 28 de octubre de 2010

Pequeñas cuitas en el sexto año triunfal

Hermann Tertsch en ABC

En el año 2009 Cáritas asistió con productos de primera necesidad a 800.000 personas. Muchos acuden a esta organización de la Iglesia después de pedir infructuosamente ayuda en los ayuntamientos, en los que los servicios sociales están colapsando. La cifra dobla a la del 2007. Casi a la misma hora de la angustiada y angustiosa comparecencia del responsable de Cáritas, el presidente Zapatero decía en el Congreso que los españoles viven hoy mejor que en el año 2004. La osadía y la procacidad del máximo responsable de este colapso general en España, sin precedentes en tiempo de paz, no tienen límites.

Iguales en confusión

M. Martín Ferrand en ABC

El diputado socialista José Alberto Cabañes, Dios le ampare, ha recogido la semilla de la ministra disminuida y acaba de conseguir en el Congreso, con el —¡único!— voto en contra del PP, la aprobación de una Proposición no de ley para solicitar al Gobierno que «elabore e impulse protocolos de juegos no sexistas» para su implantación en los tiempos de ocio y recreo en los colegios públicos y en los concertados de la Educación Primaria.

(...)

En otro tiempo y en otras circunstancias menos graves y más llevaderas para los ciudadanos, podría extenderse a todos los obsesos de lo igualitario, a quienes confunden los derechos con las obligaciones, el beneficio de la duda; pero, como sería injusto suponer la falta de enjundia en socialistas de tanto postín, cabe pensar en la contumacia socialdemócrata para que el Estado, a empellones con la sociedad, ocupe todo el espacio tradicionalmente reservado al individuo.

Que los bancos asuman el riesgo de las hipotecas

Emilio J. González en Libertad Digital

Las causas y los problemas derivados de la burbuja inmobiliaria son todo un máster de lo que no se debe volver a permitir y nos enseña que si, desde el primer momento, se obliga a los bancos y cajas a compartir los riesgos de los préstamos hipotecarios con quienes los obtienen, serán mucho más prudentes a la hora de concederlos. Se trata, en definitiva, de aplicar en España el mismo sistema que en Estados Unidos, según el cual, si alguien deja de pagar la letra del piso, el banco se queda con la casa mientras que la persona, al perder su vivienda, queda libre de toda deuda, con independencia de si luego después el banco recupera todo el dinero con la venta del inmueble o sólo parte y tiene que anotarse una pérdida.

Wiki-nada

GEES en Libertad Digital

Esta tergiversación perpetua de las guerras de Irak y de Afganistán, de la que Wikileaks es tan sólo la última mutación, pretende desarmar a Occidente frente a sus enemigos, manteniendo la atención de la actualidad sobre hechos pasados. Nada podrá cambiar que, a día de hoy, mientras en Irak se construye una democracia por la insistencia de Bush y el éxito de Petraeus, en Afganistán se puede perder por la falta de decisión de Occidente, de liderazgo en Obama –incapaz de articular un discurso idealista que de sentido al esfuerzo bélico–, y de voluntad de aguantar lo necesario para vencer. Es el mundo que parece preferir Wikileaks, el de las rendiciones preventivas. Pero, ¿quién gana si los talibán recobran Kabul o si los fanáticos mandan en Bagdad? ¿Los derechos humanos?

La tele que no cesa

Serafín Fanjul en Libertad Digital

La penúltima –por ahora– manipulación informativa en TVE, sucedió en un reportaje sobre la cifra de muertos en Irak desde 2003, según fuentes del ejército americano: 109.000 fallecidos en total, de los que 66.000 son civiles. Cifra durísima –¿qué duda cabe?–, pero el solícito currito que leía la noticia nos aclaraba que todos ellos habían perecido en controles, por errores en bombardeos de la coalición, o por simples ganas de matar de los malvados yanquis. La realidad, ni mencionada, es que una parte de esas víctimas (unas quince mil) lo fueron a manos de las propias fuerzas iraquíes legalmente constituidas y casi todos los restantes murieron en horripilantes atentados masivos, indiscriminados y ciegos cometidos por los islamistas y adláteres contra su propia población, sus propios correligionarios: mercados, fiestas religiosas (sobre todo chiíes), concentraciones de gente por diversos motivos. Coches-bomba, disparos de ¡mortero! (arma imprecisa donde las haya), ametrallamientos a voleo contra cualquier viandante: ¡qué falta de vergüenza, la de los chiquitos que trabajan para el PSOE en TVE!

Wikileaks, no es lo que parece

Joseph Stove en Libertad Digital

A los Estados Unidos se le puede culpar de no haber previsto el "día siguiente" al derrocamiento de Hussein, de no tener "visión" para preparar a sus Fuerzas Armadas para lo que se venía encima, de no concienciar al pueblo americano para los sacrificios por venir. Pero no de las crueldades inherentes a un conflicto fratricida, religioso e interétnico, que están ahí desde el comienzo de los siglos y que es imposible confinarlas en la botella del posmodernismo.

Y no aprende

Cristina Losada en Libertad Digital

"Hay un libro del abogado Alan Dershowitz que se titula ¿Por qué aumenta el terrorismo? A lo largo de sus páginas se expone, con hechos, la respuesta: aumenta porque funciona. Darles a los terroristas la esperanza de que el crimen reporte algún beneficio sólo garantiza que persistan en él. Frente a esa noción elemental y contrastada, se sitúan los creyentes –iluminados y oportunistas– en la "solución política" del terrorismo."

Las autonomías no son el problema

José García Domínguez en Libertad Digital

Quien sí pide a gritos una revisión radical es la deriva partitocrática del orden constitucional. El desmantelamiento deliberado de la función pública; la impune patrimonialización de las administraciones; la maraña inextricable de redes clientelares siempre prestas al reparto del botín estatal, ya sea bajo la forma de subvenciones, contratas, concesiones o cualquier otra modalidad de rapiña... La usurpación de la soberanía por parte de las maquinarias partidistas y sus séquitos privados, ése es el genuino problema institucional del país, y no las autonomías. A gritos, don Mariano, a gritos.

Ruego a Dios que no se reencarne

Horacio Vázquez-Rial en Libertad Digital

La Argentina padeció a lo largo del siglo XX, y sobre todo a partir de 1930, año del golpe fascista –en sentido estricto– del general Uriburu, gobiernos que pueden contarse entre los peores de Occidente para sorpresa de propios y extraños, que nunca entendieron –entendimos– cómo aquello era posible en un país culto, con la tasa de analfabetismo más baja del mundo y con una librería en cada esquina de las grandes ciudades. Pero de todos los que padeció, excepción hecha del período de las juntas militares, el de este hombre que acaba de morir lleno de oro y odio fue el peor. Ni siquiera merece un análisis fino de sus políticas económicas, tan erráticas como invariablemente empobrecedoras, tan estatalistas como personalistas, y siempre improvisadas. Ni merece un análisis sociológico más allá de la estructura del poder. Se resume en delincuencia sindical y policial, reivindicación de un terrorismo en el cual ni siquiera había tenido el valor de militar, podredumbre ideológica, financiera y moral, y un autoritarismo que hizo perder sentido a la palabra democracia.

Los amores de Oriol

Pilar Rahola en La Vanguardia

Lo que me preocupa no es la enésima demostración de anticlericalismo de bolsillo, porque es tan previsible en boca de algunos como obsoleto. Hay una gran diferencia entre la crítica al Vaticano y estas muestras de errática ignorancia. Lo que me preocupa es que a un secretario de Immigració no le preocupe la existencia del radicalismo islamista, no le preocupe que algunos imanes radicales contaminen el cerebro de sus gentes y no le preocupe que conviertan a ciudadanos catalanes en gentes que odian a Occidente. Este hombre ¿qué hace?, ¿calceta? Ya no se trata de ofensa, o del lío de identidades de algunos, o de pura tontería. Se trata de irresponsabilidad.

Dejad en paz a Arturo

César Vidal en Libertad Digital

Con todas las diferencias y matices que se quieran, Arturo Pérez-Reverte pertenece a esa estirpe de gente que triunfa y que no tiene pelos en la lengua; una raza privilegiada en la que cabría colocar, entre otros, a Federico Jiménez Losantos o a Alfonso Ussía, ambos también bestias negras de los necios que han vendido sus almas al demonio de lo políticamente correcto. Ahí está la clave de todo el alboroto y no en que haya acusado al castizo modo a Moratinos de ser un desastroso ministro de Asuntos Exteriores, circunstancia –insisto en ello– que ninguna persona en su sano juicio se atrevería a negar.