Pilar Rahola en La Vanguardia
Lo que me preocupa no es la enésima demostración de anticlericalismo de bolsillo, porque es tan previsible en boca de algunos como obsoleto. Hay una gran diferencia entre la crítica al Vaticano y estas muestras de errática ignorancia. Lo que me preocupa es que a un secretario de Immigració no le preocupe la existencia del radicalismo islamista, no le preocupe que algunos imanes radicales contaminen el cerebro de sus gentes y no le preocupe que conviertan a ciudadanos catalanes en gentes que odian a Occidente. Este hombre ¿qué hace?, ¿calceta? Ya no se trata de ofensa, o del lío de identidades de algunos, o de pura tontería. Se trata de irresponsabilidad.
jueves, 28 de octubre de 2010
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