jueves, 1 de julio de 2010

La democracia más allá del voto

Óscar Ortiz Antelo en Libertad Digital

Generalmente, confundimos la democracia con una de sus características: las elecciones de autoridades a través del voto popular. Sin embargo, tan importante como el hecho de elegir a las autoridades mediante el sufragio es el conjunto de reglas que limitan el ejercicio del poder por parte de estas autoridades.

Desvertebración galopante

Alberto Gómez Corona en Libertad Digital

La respuesta existencial de este socialismo es, cómo no, el Estao. Un Estado que administra un mundo virtual, con amnesia y muerte digna. Para los más primitivos, los Montilla, el régimen ofrece un nacional-socialismo televisivo, con sardana, pantumaca y telebasura gratis, con su supermercado de derechos y creencias en supersticiones e historias inventadas. Para los descastados, el socialismo ofrece un mundo feliz huxleiano de individuos sin relaciones duraderas, con opciones reducidas a la estrecha lista de lo políticamente correcto, bajo amenaza de delito de lesa discriminación, con el juicio crítico sobre el poder en suspensión permanente, donde los idiotas se mueven a sus anchas y la sociedad languidece en la mediocridad.

Defensoras del burka y praderías

Serafín Fanjul en Libertad Digital

La última ocurrencia, popularizada por Bibiana, Leire y la Valenciano y bien difundida por sus medios de comunicación –que son casi todos– es afirmar, sin soltar la carcajada, ni siquiera sonreír para que veamos cómo van de coña, que prohibir el burka perjudica a "la mujer", escapatoria que se comenta sola, porque ¿qué peor puede haber que llevarlo? Aísla más a "la mujer", dicen y hablan siempre de manera genérica sin entrar en los casos de las mujeres, tomadas una por una, con sus frustraciones, esclavitud y humillaciones individuales, que son las que de verdad existen.

De Camacho a los macarras

Cristina Losada en Libertad Digital

La aristocracia obrera, la que forman los privilegiados cuyos empleos no corren peligro, ha resultado ser la hez del lumpen. Y a excitadores del resentimiento social del lumpen se han rebajado y reducido los sindicatos mentados. Incluso cuando Pablo Iglesias amenazó a Maura lo hizo con elegancia formal: "Hemos llegado a considerar que antes de que Su Señoría suba al poder debemos ir hasta el atentado personal". Entre esa frase y "por el culo te la hinco" media la distancia entre la civilización de un sindicalismo revolucionario y la barbarie de este sindicalismo reaccionario.

¿Para esto hicimos la Revolución (francesa)?

José García Domínguez en Libertad Digital

La configuración territorial de España iba camino de poder asimilarse a cualquier orden federal al uso. Como ha escrito Francesc de Carreras glosando la personalidad tan olvidada de Pi i Margall, ya apenas nos restaba coronar el nuevo edificio con un Senado en verdad territorial, y el preceptivo refuerzo de la lealtad entre las partes y el todo, fundamento último de la viabilidad del sistema. Momento procesal en el que irrumpió en escena la nación discutida y discutible del Adolescente. Tras un cuarto de siglo, vuelta a empezar. Y ahora, con la vista fija en la Edad Media, Nueva Jerusalén de su socialdemocracia flácida. Particularismo, asimetría, desigualdad, fueros pedáneos, endogamia fiscal y horizontes confederales. He ahí la gloriosa causa por la que las fuerzas del progreso andan prestas a blandir sus herrumbrosas lanzas. ¡Vivan las caenas, compañeros!  

Importancia de la nación

Pío Moa en Libertad Digital

El problema de España, hoy, no es otro que el de la ausencia de una verdadera oposición, una alternativa clara y convincente que dé cauce al profundo descontento de millones de personas con una clase política corrompida hasta el tuétano, una verdadera chusma. Porque argumentos y hechos para defender la nación española frente a los falsarios y balcanizantes sobran y son conocidos, aunque ningún líder ni partido político los utilice hoy por hoy.

Que se cumpla la ley, incumpliéndola

Editorial de Libertad Digital

Pedir que se cumpla la ley incumpliéndola es el último aporte de una izquierda, la española, asediada por las circunstancias, por su propia ineptitud y por un horizonte electoral cada día más desesperanzador.