miércoles, 18 de mayo de 2011

La izquierda europea pierde los pantalones

Pedro Fernández Barbadillo en Libertad Digital

La socialdemocracia ha constituido una clase moralmente superior y ha empapado a toda la sociedad de su pudibundez: no fumes, no hagas chistes, no discrimines, no pienses sólo en ti... Ahora se la juzga con la misma vara con la que mide a los demás. Un sacerdote italiano de izquierdas, Filippo di Giacomo, calificó así a los políticos izquierdistas de su país con motivo de un acto social y político: "en las primeras filas estaban sentados algunos de los personajes más ricos de Italia, todos ellos recién llegados de sus villas en el Caribe, Kenia o Thailandia. Esa es hoy la izquierda italiana, una especie de nouvelle cuisine, nada en el plato y todo en la cuenta. El más pobre tiene siete casas. Los mileuristas no fueron invitados al discurso, estaban en el guardarropa cuidando de los abrigos de piel". Los abrigos de piel, que antes llevaban las señoras de derechas ahora los llevan las queridas de los progres.

Y la gran esperanza de la socialdemocracia europea para recuperar el trono de Francia ha sido encarcelada en Estados Unidos por violación de una empleada de la limpieza. Un episodio de folletín del XIX: el casero que se aprovecha de la joven viuda que no puede pagar la renta, el marqués que acosa a las aldeanas de su feudo. Pase que el socialista Dominique Strauss-Kahn sea banquero y rico, pero que no pueda contener su lujuria como si se tratase de un mono en celo...

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