miércoles, 18 de mayo de 2011

Erótica del poder

Ángela Vallvey en La Razón

Si DSK es culpable la gente se preguntará: «¿En qué manos estamos, en las de personas que sólo poseen el talento de la ambición de poder, pero carecen de disciplina y autocontrol…?». Y si DSK resultara inocente, pocos se compadecerán de él; pensaremos que lo que está sufriendo el político francés son los «efectos colaterales» del poder, no una injusticia, y que alguna desventaja tenía que tener llevar el mundo colgando de las manos como si fuese un llavero. La pasión del poder provoca de todo menos compasión.

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