lunes, 19 de abril de 2010

Inventario de cenizas

Gabriel Albiac en ABC

Desde hace cuatro días, la aviación europea se colapsa. ¿La causa? Un avatar natural de lo más tonto: la muy finita erupción de un volcán de nombre enrevesado en la mínima Islandia. Y las máquinas más indispensables para la comunicación en una sociedad moderna, los aviones, quedan súbitamente colapsados. Por tiempo indefinido. Del infinito al cero. En medio, todas las ridiculeces con que un par de avispados sinvergüenzas han logrado inundar de fe la, tan dada a la fe, mente de los bichos hablantes: los humanos somos tan, tan deíficamente poderosos y, al tiempo, tan, tan demoníacamente desalmados, que estamos a punto mismo de trastrocar los climas, enfebrecer al planeta y, apocalípticos como somos, destruirlo. Palabra de Dios. En este tipo de materia, la enormidad no erosiona la creencia. A mayor desmesura, fe más alta.

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