domingo, 5 de julio de 2009

En Honduras no hay cuento de buenos y malos

Editorial de Libertad Digital

"Los militares no se despertaron un día y decidieron dar un golpe porque sí. Y Zelaya, con sus acciones encaminadas a subvertir el orden constitucional de Honduras, había perdido todo el derecho a mantenerse en su cargo, según las propias leyes hondureñas. Resulta ridículo que la OEA decida expulsar a Honduras por incumplir su "Carta Democrática" semanas después de proponer a Cuba su ingreso en la organización, invitación finalmente rechazada por la dictadura. Pero el nuevo Gobierno de Honduras, el Parlamento y la Corte Suprema debieron tener en cuenta que un golpe de esta naturaleza era la mejor forma de legitimar a Zelaya cara al mundo, y la peor de restablecer la normalidad democrática tras el asalto del presidente a las instituciones. Han convertido en mártir a un villano."

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