viernes, 12 de marzo de 2010

El nido de la serpiente

Antonio Robles en Libertad Digital

Conversación intensa y tensa en el despacho del Decano. Y de pronto, Quin Molins, profesor de la facultad de políticas y responsable de la organización de la conferencia, con determinación, casi rompiendo el aire a gritos, alzó la voz: "No puedes permitir que se suspenda la libertad de expresión una sola vez, porque si se suspende una, se suspenden todas". Y le cantó las cuarenta al Decano. Este sí que le cantó las cuarenta, al Decano y al Titular infame de El Público: "La universidad canta las cuarenta a Rosa Díez". Manera concisa y obscena de resumir la condescendencia con los violentos; porque en el fondo, en este caso también en la forma, el titular fue un descerebrado más de los muchos que esa mañana mancillaron a la inteligencia en la catedral de la razón.

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