martes, 22 de diciembre de 2009

Heidi

Alfonso Ussía en La Razón

Lo dijo el poeta chino, Lo-Tai-Ming: «Por altas que sean las pagodas, y multicolores los vuelos de los patos mandarines, la tierra es sólo del viento». No hay plagio, por cuanto me consta que Zapatero no ha leído a Lo-Tai-Ming, que es poeta de universal desconocimiento. Ha sucedido, sencillamente, que dos poetas distantes y de diferente siglo han coincidido en su amor al viento. Se lo preguntó Heidi a su abuelo, allá en las montañas del Tirol. «Abuelito, ¿puedo ir con Pedro y las cabras a las praderas altas en busca de un edelweis?». Y el abuelo, tan suyo él, le respondió con voz tronante: «Sí puedes, Heidi, pero no arranques el edelweis de la tierra, porque la tierra sólo es del viento».

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