Si Competencia hubiera denunciado semejantes maniobras en las facturas de la luz, se habría considerado cuestión de emergencia nacional y se habría convocado un gabinete de crisis; sin embargo, al tratarse de un tema aparentemente cultural, nuestros representantes han mirado sin ningún tipo de discreción hacia otro lado.
viernes, 22 de enero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario