Ángela Vallvey en La Razón
Con la burbuja inmobiliaria ocurre como con los esfuerzos por reducir las emisiones contaminantes de los distintos países: que el mundo se mueve a varias velocidades. China está haciendo en pocas décadas una revolución industrial que a Inglaterra le costó 200 años (anda, diles tú que no contaminen, a los chinos…). En España, muchos vieron cómo el valor de sus inmuebles se multiplicaba en poco tiempo de manera asombrosa. Otros llegaron tarde, compraron a un altísimo precio y se endeudaron de por vida hasta descubrir un día que el valor de lo que poseen es bastante inferior al de su deuda sobre el bien adquirido.
jueves, 14 de enero de 2010
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