jueves, 4 de marzo de 2010

El caso «Willy Toledo»

Iñaki Ezkerra en La Razón

Willy Toledo ha desvelado más bien algo que ya se veía venir y que resulta inevitable: el final de la luna de miel del zapaterismo con el rancio radicalismo de izquierda en el que se apoyó para llegar al poder. Con la pancarta contra la guerra de Irak pasaba como con la noche, en la que «todos los gatos son pardos», y Zapatero podía codearse con el megáfono de los Bardem, con la boina del Che Guevara y con el propio Willy Toledo, que se consagró como actor más en aquellas tarimas de los mítines pacifistas que en las de los teatros. Pero desde entonces ha llovido tanto que los mismos focos del poder han acabado iluminando y separando las siluetas. Soltando barbaridades y diciendo que Orlando Zapata era un preso común (como si los comunes no tuvieran derechos), Willy Toledo ha acabado haciendo con el zapaterismo lo que hoy a éste menos le conviene y lo que Marx decía que había que hacer con el capitalismo para destruirlo: acentuar sus contradicciones.

No hay comentarios: