viernes, 19 de noviembre de 2010

El tío de la pistola

Emilio Campmany en Libertad Digital

¿Por qué nuestro Gobierno y nuestro Rey han de doblar una y otra vez la cerviz ante el sátrapa marroquí? Luis María Anson nos explicó el martes que hay que llevarse bien con "la Monarquía de Mohamed VI", que reconoce que está "en los aledaños de la dictadura", para evitar que Marruecos caiga en manos del fundamentalismo islámico. Este argumento es una sandez. Vale para llevarse bien con cualquiera, pues siempre es posible imaginar a alguien peor que pudiera sucederle. Ocurrió con Hitler, que fue considerado útil para frenar el avance del comunismo y desencadenó una guerra mundial. Y ocurrió con Stalin, que fue tenido por una herramienta para acabar con el fascismo y lo que hizo fue someter a toda Europa Oriental. Y nosotros lo hacemos con Mohamed VI con la excusa de que sirve para conjurar el terrorismo islámico. Patrañas. Aquí no hay una sutil diplomacia encargada de desenvolver una complicada estrategia arduamente diseñada para defender intereses generales de los españoles. Aquí hay otros intereses más prosaicos y menos generales que proteger. Y Dios y Anson sabrán por qué han de emplearse en defenderlos el Gobierno, el Rey y él mismo.

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