sábado, 13 de noviembre de 2010

Indigno esperpento

Hermann Tertsch en ABC

El régimen dictatorial de Marruecos no se ha vuelto loco. No puede asegurarse lo mismo de nuestra democracia. Rabat ha visto que una nueva generación de saharauis cristaliza en una amenaza real. Ha decidido decapitarla. Y goza de una constelación ideal para esta empresa, con EE.UU. y Francia preocupados por cualquier brote radical en el Magreb, y una España dirigida por esta tropa de ineptos. Obsesionados por no perder sus intereses en Marruecos. Suyos, no de España. Renunciaron a utilizar los medios de presión que tiene España. Que son más que los de Marruecos frente a nosotros. Como con otras satrapías, han pretendido una armonía tramposa a cambio de jirones de dignidad española. Rabat les ha cogido la medida. Son incapaces de defender a los periodistas. Excuso hablarles de nuestra soberanía.

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