lunes, 13 de diciembre de 2010

Nadie alarma a los muertos

Gabriel Albiac en ABC

Que ahora vivamos en democracia no hace sin agravar la prórroga de un recorte en nuestros derechos, que suspende provisionalmente la plenitud constitucional. Que, por ejemplo, hace imposible realizar elecciones generales —esa epítome de la democracia— durante su vigencia.

Es el síntoma de una sociedad enferma. Pienso yo que terminal. ¿Quién sabe? Puede ser —¡ojalá!— que me equivoque. Diez días ya, exentos de ciudadanía, exentos de garantía constitucional. Y nadie alza la voz. Todos caminan, la cabeza gacha, bajo este cielo gris de zinc con algo de espejo de nuestra muerte.

No hay comentarios: