miércoles, 2 de febrero de 2011

La verdad siempre duele

Pablo Molina en Libertad Digital

Con un territorio superior a España y un PIB ligeramente mayor que Canadá, el estado de Texas funciona con una cámara compuesta por 31 senadores que se reúne en pleno el tiempo justo para aprobar las leyes de cada legislatura. En España no tenemos exactamente 31 políticos para que gestionen nuestros miniestados sino 2.985 entre parlamentarios autonómicos, diputados provinciales, miembros de cabildos y consejos insulares, sin olvidar a los imprescindibles 13 consejeros del Valle de Arán, a los que hay que sumar las varias decenas de miles de altos cargos con que cuentan en su conjunto las diecisiete autonomías. Si sólo tuviéramos que pagar su sueldo, dietas y jubilación el problema sería relativo, pero resulta que todos ellos manejan presupuestos elefantiásicos, tanto para nuestra capacidad financiera como para sus merecimientos personales, lo que hace insostenible este estado de cosas por mucho más tiempo.

Los políticos profesionales no van a admitir jamás que el invento autonómico es el motivo de que seamos un país miserable y bastante asquerosito en términos políticos. Los de izquierdas porque no creen en la unidad de España, los nacionalistas porque odian al país al que pertenecen y los centro-reformistas porque tienen miles de ociosos a los que mantener. ¿La solución? Pues naturalmente emigrar a Texas. Antes de que no nos quede ni para pagar el billete de avión.

No hay comentarios: