martes, 15 de marzo de 2011

Delirios Smiley

Carlos Rodríguez Braun en La Razón

Smiley puso nuevamente a prueba nuestra capacidad de asombro al declarar: «Merece la pena presidir un Gobierno que ha hecho leyes para que seamos más libres». La primera hipótesis es que se trata de un problema de salud. Según el DRAE, el delirio es una «confusión mental caracterizada por alucinaciones, reiteración de pensamientos absurdos e incoherencia». En principio, encaja. Las medidas propiciadas por los socialistas son contrarias a la libertad, desde la subida de los impuestos hasta la prohibición de fumar. El socialismo estriba en recortar la libertad del ciudadano y extender los costes, las multas y las regulaciones de todo tipo mediante las cuales el poder limita las libertades concretas de sus súbditos. La explicación, por tanto, es clara: Smiley es un orate. Esta interesante conjetura adolece, empero, de una dificultad: no parece cierta. Los socialistas no están locos, al contrario, muestran a menudo una fina inteligencia, por ejemplo, para ganarse la vida mediante el fraude de los ERE en Andalucía. Esto invita a considerar una segunda hipótesis: Smiley y sus secuaces son totalitarios, son arrogantes que parten de la base de que todo lo que hagan es bueno para el pueblo. Los socialistas, desde los más carnívoros hasta los más vegetarianos, siempre han hecho eso: han decidido que ellos son la sociedad y que la libertad de la sociedad es promovida cuando ellos la violan. Dirá usted: qué cara. Pues eso.

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