Isaac Rosa en Público (¡vaya por Dios!) se imagina a los obispos conversando ente ellos tal que así: “Consigamos que los laicos no nos tomen en serio, que se distraigan haciendo gracietas, y nosotros mientras a lo nuestro, a consolidar el poder que ya tenemos y a ganar nuevas parcelas”. Yo no sé en qué siglo y en qué país viven "los laicos", pero en España y ahora, por más que miro no veo el poder de la Iglesia por ninguna parte. Como no sea el poder de Jesús. Jesús del Gran Poder. Pero me da a mí que el señor Rosa no se refiere a ese poder.
Sí uno es "laico" y no va a misa, o no sigue la doctrina de la Iglesia, no pasa nada. Y si es católico, tampoco (pruebe a ser musulmán "heterodoxo" y verá qué bien le va). Ahora, si a usted se le olvida pagar sus impuestos, tributos, multas, sanciones... comprobará lo que es el poder terrenal de verdad. El poder de "los laicos", vamos.
A mí me pasa con ellos, con "los laicos", lo mismo que al señor Rosa con los obispos: cada vez me río menos con sus "gracias". Es que a algunos me los imagino charlando entre ellos tal que así: “Consigamos que no nos tomen en serio, y nosotros mientras a lo nuestro, a consolidar el poder que ya tenemos y a ganar nuevas parcelas”.
martes, 4 de enero de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario