domingo, 9 de enero de 2011

Lógico

Acusan a Sarah Palin y el Tea Party de inspirar al asesino de Tucson. Pero no es nada extraño. Al fin y al cabo, para los "progres" descerebrados, la culpa del 11-S es de Estados Unidos y la del 11-M, de Aznar. Nada nuevo, pues. La misma utilización de las víctimas del terrorismo o la locura (los libros favoritos del asesino eran Mi lucha, el Manifiesto comunista y Alguien voló sobre el nido del cuco; muy bien de la cabeza no creo que estuviera) para atizarle al rival político. Bochornoso.

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