lunes, 15 de marzo de 2010

Bosé, un obrero cubano

Alberto Sotillo en ABC

Aquella Brigada de Escritores tenía al menos la coartada del miedo en un régimen en el que nadie se atrevía a ser el primero en dejar de aplaudir cuando Stalin acababa de pronunciar un discurso. Más incomprensible parece la crueldad de la farandulera «intelligentsia» española, que se solidariza con Willy Toledo, y al disidente cubano muerto en huelga de hambre Orlando Zapata -negro, pobre, olvidado y albañil-... que le den. Aunque tal vez se explique esa crueldad porque, como la Brigada de los Escritores, nuestros solidarios actores tampoco saben lo que es empujar la carretilla con una ración de castigo.

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