lunes, 15 de marzo de 2010

Turismo solidario

Juan Manuel de Prada en ABC

Uno entiende que la gente resuelva sus traumas psicológicos como mejor pueda; y, aunque el turismo solidario le repugne, también comprende que el «señorito de nacimiento», para poder mirarse sin vergüenza ante el espejo cada mañana, necesite demostrar su inmenso amor a la Humanidad participando de estas expansiones que acallan su mala conciencia. Lo que uno no logra entender -aunque de veras lo intenta- es que el «señorito de nacimiento» que participa de tales expansiones no apechugue con las consecuencias de sus actos, cuando previamente se le ha advertido que no debe frecuentar ciertos andurriales del atlas infestados de terroristas de Al Qaida; y mucho menos que el Estado apechugue con su irresponsabilidad, sufragando con dinero del erario público el rescate de los turistas secuestrados, o propiciando su canje por terroristas encarcelados.

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