lunes, 1 de marzo de 2010

En Cuba, de nuevo el silencio

Gina Montaner en Libertad Digital

A primera vista uno pensaría que los hermanos Castro habrían preferido no pagar un coste político frente a la Unión Europea y otros gobiernos del mundo que no han tardado en condenar la más reciente violación de los derechos humanos en la isla. Pero eso obedecería a un pensamiento lógico, alejado de la sintomatología de una mente asesina. Tratándose de estos dos sujetos, la cuenta que sacan les proporciona beneficios: la indignación por el fallecimiento de Zapata Tamayo se difuminará en cuestión de días. En un par de semanas pocos recordarán el desgarrador testimonio de su madre, Reina Luisa. Y, sobre todo, una vez más demostraron que pueden contener el menor estallido de insurrección popular propagando el terror desde la Habana hasta Banes, la localidad donde fue enterrado el opositor.

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