viernes, 5 de noviembre de 2010

USA, amor y odio

Cristina Losada en Libertad Digital

El mismo pueblo que era un portento de progresismo y modernidad cuando eligió al primer presidente afroamericano, se ha transformado ahora en un hatajo de fanáticos ultraconservadores sin remedio.

(...)

La vitalidad de la democracia americana, que es la vitalidad de su sociedad civil, su capacidad para aprender de la experiencia, corregir errores y generar contrapesos al poder, resultan aquí fenómenos extraños. En vano se los intentará introducir en los esquemas simplistas y maniqueos al uso. Pero no hay nada que hacer. Nos separa mucho más que un océano. Y es que tan raros son los ciudadanos de EEUU que, en lugar de creer en los Gobiernos, creen en ellos mismos.

No hay comentarios: