martes, 7 de diciembre de 2010

«¡Al cielo, ar!»

Ignacio Ruiz Quintano en ABC

Bajo la bota militar de los hombres de María del Carmen Chacón Piqueras, una controladora dice, y con razón, a esa cosa tonta que es la opinión pública: «Nos exigís currar todos los días para tener vuestros putos puentes y vuestras putas vacaciones». El Cromwell de Solares responde que aquí el que echa un pulso al Estado lo pierde. No sabemos si se refiere al carnicero Chaos en huelga de hambre o a los rescates que pasa al cobro la oficina de Bin Laden por los pijos que se nos pierden jugando al humanitarismo de café. El caso es que los controladores han perdido el pulso. ¿Por qué? Por no pertenecer a un sindicato de clase, es decir, vertical y subvencionado. En la huelga del Metro de Madrid el Cromwell de Solares no tuvo pelotas para poner a los sindicalistas bajo el Código Penal Militar. Ni siquiera envió a los guardias de la porra. ¡J..., qué tropa!

No hay comentarios: