martes, 7 de diciembre de 2010

Castas

Supongamos que los controladores son lo que todos repiten como loritos: una casta privilegiada. ¿No son acaso los políticos otra casta, más numerosa y más privilegiada aún? Apliquemos entonces una simple regla de tres, que hasta ahí muchos llegamos. Si porque la casta de los controladores les jode el puente a unos cientos de miles de españoles se toman medidas excepcionales, ¿qué tendríamos que hacer con la casta de los políticos que están jodiendo continuamente a toda España? ¿Esperar a las próximas elecciones o adoptar medidas de urgencia? Aplicando una saludable proporcionalidad, podríamos ir a La Moncloa y desalojar a su inquilino. ¿Qué eso sería un poco violento? ¿Los ataques a las sedes del PP no fueron violentos? ¿Militarizar a un grupo de trabajadores, por mucho que ganen y por muy mal que nos caigan, no es violento? Ay, se me olvidaba que la izquierda en Estepaís puede hacer lo que quiera. Ay, no me acordaba que todo vale contra la derecha. Y desde ahora, contra los controladores. Está pasando como en el poema de Martin Niemoeller, que han ido a por ellos y como los demás no somos controladores, nos hemos callado como putas (con perdón para ellas, que acostumbran a ser bastante más dignas).

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