miércoles, 1 de junio de 2011

Meditación sobre Sol

Agapito Maestre en Libertad Digital

La indignación, la ira y la rabia son pasiones valiosas en la medida que están fundamentadas sobre una opinión política, sensata y ajustada a la realidad, unos argumentos sólidos, capaces de enfrentarse a la injusticia de modo proporcionado con el mal causado, y un juicio político, basado en el contraste de muchos pareceres. La pasión de la indignación, esa especie de odio o aversión que la naturaleza ha puesto en cada uno de nosotros con mayor o menor abundancia, contra los que hacen algún mal, sea del tipo que sea, desaparece si perdemos de vista al causante concreto de mal. Eso es, exactamente, lo que ha sucedido en la movida de Sol.

Quienes se han plantado en Sol, sin otro "fundamento" que reclamar una justicia universal contra todos los males de la humanidad, son unos impostores, o peor, gente que se autoengaña cobardemente y, sobre todo, son criminales de una de las principales pasiones del ser humano: la indignación, rabia, ira u odio que sentimos por naturaleza contra los que hacen algún mal.

No hay comentarios: