martes, 2 de noviembre de 2010

La jauría de la secta

Hermann Tertsch en ABC

No se trata solo de acallar voces especialmente molestas. Se trata de demostrar a todos que son capaces de destruir a quien quieran. Lo que hayan dicho Sánchez Dragó, Pérez Reverte o un alcalde les importa una higa. Hay que generar miedo para que todos se sepan vulnerables y vigilados.

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