jueves, 13 de enero de 2011

Cartas desde mi celda

Luis del Pino en su blog de Libertad Digital

Querida Elena,

Acabo de salir de la cárcel, después de cumplir los sesenta días de reclusión. No sé qué te habrá contado Marina, pero lo que pasó es que, cuando estábamos los chicos y yo en la discoteca de Moratalaz, se me ocurrió liarme un cigarrillo. Y entonces un capullo que estaba esnifando unas rayas levantó la cabeza un momento y me vio dando una calada, así que me denunció al camarero. Unos puertas me acompañaron hasta la mismísima salida - mientras todos los clientes de la discoteca me insultaban - y allí se quedaron escoltándome para que no me lincharan, hasta que vino la pasma.

La estancia en la cárcel no ha estado tan mal. He conocido a algunos otros chavales majos. En mi módulo había cinco fumadores más y algunos condenados por otros delitos. A uno de los chavales que estaba allí le trincaron por comerse un bollo industrial a la puerta de una clínica de abortos; al parecer no se dio cuenta de que las clientas eran principalmente menores.

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