sábado, 6 de noviembre de 2010

Lágrimas al Danubio

Hermann Tertsch en ABC

Hay ceremonias que nos hacen recuperar nuestra maltratada fe en la calidad humana. La que se celebró el miércoles ante el memorial de Ovcara en Vukovar fue una de ellas. Y viene a tener para las relaciones entre Serbia y Croacia la misma gravedad y grandeza de la caída de rodillas de Willy Brandt ante el monumento a las víctimas del guetto de Varsovia. Porque casi veinte años después de aquello ha sido posible que lloraran allí juntos serbios y croatas. Lágrimas para el Danubio por tantas vidas allí rotas. Cuando tantos problemas de diversa índole parecen asfixiarnos en Europa, es bueno que recordemos que nada de lo que hoy nos aturde puede compararse a lo que Europa ha visto durante siglos. Hace muy poco en Vukovar.

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