lunes, 8 de noviembre de 2010

Un gran hombre sencillo

Enrique López en La Razón

Un país como Estados Unidos, cuna de la democracia actual, se desarrolló a base de minorías religiosas que eran expulsadas del contiente europeo, y sobre la base de la libertad religiosa se fraguó nada más y nada menos que la libertad ideológica. Esta se base en tres frentes, la libertad de conciencia, que permite tener y mantener las propias creencias con el único límite de los derechos ajenos; la libertad de confesión, que permite manifestar las propias creencias religiosas, e incluso con el ánimo de intentar extenderlas; y la libertad de culto, que permite la manifestación de ritos y ceremonias religiosas, tanto en recintos privados como públicos, con las únicas limitaciones que impone el orden público.

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